lunes, 18 de agosto de 2014

Yo, yo mismo y los cambios

Desde pequeños nos hemos acostumbrado a un estilo de vida determinado, quiero decir, una habitación, nuestra familia, unas tradiciones y hábitos...

Desde que nacimos hemos estado acostumbrados a dormir en la misma cama, a comer siempre la comida de nuestra madre o abuela, a encerrarnos en nuestra habitación cuando necesitibábamos estar solos, a quedar con nuestros amigos siempre en los mismos sitios...
En esa etapa no nos damos cuenta de lo que realmente significa todo lo que nos rodea y hacemos. Parece que todo seguirá así siempre. Pero lamentablemente, no es así.

Queramos o no, llegará el día en el que tengamos que cambiar de costumbres, de hogar, de amigos, incluso de vida. Todo cambia en el momento menos esperado. Durante el curso de nuestra vida, nos hemos enfrentado a numerosos cambios, y todavía quedan algunos más, creeme. 
Un año estás con tu familia, preparándote para los exámenes finales de Bachillerato, y al año siguiente te encuentras en una ciudad de la que solo conoces el nombre, o inlcuso has estado de vacaciones, pero que desde ahora se convierte en tu ciudad de residencia. Toca empezar de cero. Nuevos amigos, nuevos horarios, nueva organización, nueva casa (o piso). Entonces empezamos a añorar todo lo que teníamos antes y ahora hemos tendido la obligación de desprendermos de aquello. 

Y es que los cambios aparecen cuando menos nos lo esperamos, y es ahí cuando debemos enfrentarnos a ellos y adaptarnos. Muchas veces nos será muy duro, como es el caso de cuando debemos abandonar nuestro hogar para ir a estudiar o cuando de repente una silla se queda vacía el día de nochebuena. Pero es en estos casos cuando descubrimos de qué madera estamos hechos.

Al fin y al cabo, los cambios son procesos también de aprendizaje. Descrubimos cosas de nosotros mismos que antes no conocíamos y aprendemos a afrontar y adapatarnos a los cambios que se nos ofrecen a lo largo de nuestro camino.
Y al final conseguimos seguir avanzando hacia delante con muchísimos recuerdos agradables, y otros igual no tanto, a nuestras espaldas. Porque la vida en mi opinión consiste en eso, en ir acumulando experiencias, recuerdos, en ir superando los obstáculos. En saber adaptarnos a los cambio, saber aceptar que lo que hoy tenemos, puede que quizás desaparezca mañana.

~ El mundo de Taylor ~





1 comentario:

  1. En general los cambios nos asustan mucho, es ese miedo a lo desconocido. Y a veces preferimos quedarnos en lo que algunos psicólogos llaman "el área de confort" aún no siendo del todo felices, antes que arriesgar, cambiar y luchar por nuestros sueños. Pero en definitiva tenemos que aprender a ser constructores de nuestro destino.

    ResponderEliminar