Siempre que abrimos un libro por primera vez cuando estamos dispuestos a leerlo, lo hacemos con ilusión y ganas de saber cuanto antes qué será lo que pase en la historia en la que nos vamos a sumergir.
Muchas veces nos cuesta un poquito arrancar pero enseguida que comenzamos a leer las primeras lineas empezamos a adentrarnos en aquella trama que nos llevará seguro a vivir una gran aventura.
Durante las primeras páginas nos tomamos nuestro tiempo en ir avanzando e intentamos disfrutar al máximo cada frase de cada capítulo. Pero, al fin y al cabo, lo más importante de un libro no es terminarlo cuanto antes o poder presumir luego de haber leído aquella novelad. Lo más importante es saber vivir la trama, meterse en la piel de los personajes.
En cambio agunos leen lo más rápido posible sin prestar mucha atención a los detalles porque lo único que les interesa es terminar cuanto antes.
Y es que la vida es como un libro. Al principio nos cuesta comenzar a caminar, pero enseguida se vuelve más y más fácil. Lo esencial es disfrutar de cada uno de los personajes que aparezcan y de cada uno de los capítulos, pues solo así habremos conocido hasta el más mínimos detalle.
Pero, como he dicho antes, siempre habrá alguien que prefiera correr para descubrir el final que ese libro esconde, pero se habrá perdido todos los secretos que la historia escondía.
~ El mundo de Taylor ~
No hay comentarios:
Publicar un comentario