sábado, 13 de septiembre de 2014

Es hora de cambiar. Y adaptarse...

Muchas veces a lo largo del camino de nuestra vida nos encontramos con situaciones en las que nos vemos obligados a cambiar el rumbo y dirección. Algunas veces lo cambiamos sin problema, pero otras muchas nos cuesta porque no queremos, no nos gusta a donde nos va a llevar a parar ese nuevo camino.
Este es otro post en el que hablaré desde la propia experiencia.

Yo he tenido que enfrentarme a varios cambios a lo largo de mi paseo por la vida. Y no es fácil. Al principio debemos asimilarlo. Este proceso no suele durar sólo un par de días. Todo está disperso y es necesario que pongamos orden.
Muchas veces no podemos evitar preguntarnos el ¿Por qué no habría hecho lo otro?, ¿Y si hubiera cogido otro camino? Ahora no me encontraría en esta situación...
No son pocas las veces que estas preguntas no encuentran respuesta. Y cuando las encontramos, vienen acompañadas de otras que nos confunden.
 Después, es inevitable intentar buscar alguna alternativa para evitar que ese cambio al que tanto tenemos se produzca.  Creemos que estamos seguros de que hay otra solución. Pero por mucho que pensamos y le damos vuelta, no la encontramos.

Y finalmente nos acabamos haciendo la idea de que no hay más remedio. No queda otra que hacerle frente a la situación. A estas alturas probablemente sigamos negándonos a seguir adelante, pero nos vemos obligados a hacerlo.
Al principio es duro y difícil. Tememos lo que nos podemos encontrar. Pero, aunque ahora no lo veamos, tarde o temprano encontraremos la forma de adaptarnos.
Y os digo por experiencia, que aunque al principio lo veamos todo negro, al final acabamos haciéndonos al medio, quiero decir, al final acabaremos acostumbrándonos y dejaremos atrás aquellas malas ideas que nos echaban atrás al principio.
El tiempo es la respuesta.

~ El mundo de Taylor ~


No hay comentarios:

Publicar un comentario